Un Milagro

María Gracia Zevallos Rebolledo

El 1 de Diciembre de 1986, el hogar de Simón David y Pepita Zevallos fue alegrado con la venida al mundo de María Gracia, su tercera hija.

A los cuatro meses, aparecieron en ella síntomas de enfermedad, siendo atendida inmediatamente por especialistas, lamentablemente en 24 horas la niña entraba en estado de coma. Su diagnóstico: Meningitis por Neumococo.

Ingresó en una de las mejores clínicas del Ecuador y tuvo la mejor atención médica así como todas las medicinas requeridas, pero aún así no se pudo evitar que sufriera infartos cerebrales y varios paros respiratorios. Durante 9 días de coma profundo, solo se podía esperar su muerte. Sus padres se sostenían únicamente por su fe en Dios, acompañados por familiares y amigos en cadenas de oración que pedían fervientemente un milagro y….

¡EL MILAGRO SE DIO!

Habiendo sido desconectada del respirador y desafiando todos los pronósticos, María Gracia regresó del coma profundo en que se encontraba, volviendo a respirar por sí sola.

Luego de ser dada de alta, María Gracia fue trasladada a otros centros hospitalarios del exterior donde se le diagnosticó hidrocefalia, como consecuencia de la meningitis. Hubo que intervenirla quirúrgicamente para ponerle una válvula de derivación ventrículo peritoneal, lamentablemente durante todo el proceso de la enfermedad, su cerebro sufrió mucho y quedó con severas secuelas.

La mejor manera de agradecer a Dios era ayudando a quienes más lo necesitaban. Cuando María Gracia regresó del coma, su médico dijo que la vida de la pequeña era un milagro de Dios, en el que había colaborado el hecho de que sus padres tuvieron los suficientes recursos económicos para adquirir todas las medicinas que se requerían, sin embargo, en los hospitales públicos los niños morían por enfermedades mucho más leves que la de María Gracia ya que sus padres carecen de los recursos para comprar lo que necesitan.

María Gracia fue dada de alta el 29 de Abril de 1987 y el 30 de mayo del mismo año, su familia creó la Institución que lleva su nombre, como agradecimiento a Dios por su vida y con el ferviente deseo de ayudar a niños pobres gravemente enfermos.

El 28 de Diciembre del 2009, luego de vivir 23 años rodeada de mucho amor y habiendo sido el motor y la inspiración de esta Institución, María Gracia volvió a los brazos de su Creador.

Desde allí sigue siendo la inspiración y la luz que continúa dando fuerzas a la Fundación para seguir luchando por aquellos que tienen el infortunio de enfermar gravemente.